Demostrando la manera de tu escape
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¿Quién se defendería a sí mismo a menos que creyese que ha sido atacado, que el ataque es real y que defendiéndose es cómo puede salvarse? En esto radica la insensatez de las defensas, las cuales otorgan absoluta realidad a las ilusiones y luego intentan lidiar con ellas como si fuesen reales. Ello no hace sino añadir más ilusiones a las ilusiones, haciendo así que la corrección sea doblemente difícil. Y esto es lo que haces cuando tratas de planear el futuro, reactivar el pasado u organizar el presente de acuerdo con tus deseos.
A lo único que puedes malinterpretar es a ti mismo y lo haces con malicia y premeditación.
No disfraces tu incertidumbre con respuestas automáticas que no son sino las mismas viejas e insensatas conclusiones de siempre.