Demostrando la manera de tu escape
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Con esto se acaban todas las decisiones. Pues con esta lección llegamos a la decisión de aceptarnos a nosotros mismos tal como Dios nos creó. ¿Y qué es elegir sino tener incertidumbre con respecto a lo que somos? No hay duda que no esté arraigada en esto. No hay pregunta que no sea un reflejo de ello. No hay conflicto que no entrañe la simple pregunta: "¿Qué soy?"
Mas ¿quién podría hacer esta pregunta sino alguien que se ha negado a reconocerse a sí mismo? Sólo esta negativa a aceptarte a ti mismo es lo que hace que la pregunta parezca sincera. Lo único que cualquier cosa viviente puede saber con certeza es lo que ella es. Desde esta perspectiva de certeza, contempla otras cosas que tienen tanta certeza como ella misma.
La revelación no es recíproca
Tu relación con la Verdad no involucra, en modo alguno, la reciprocidad. ¿Qué podrá ser más blasfemo para Dios, o, en realidad, para ti, que pedirle a él un favor? Continúas tratando de negociar con la verdad. Estás jugando un juego de perdedores. Continúas tratando de apostar lo que tienes contra lo que él es. Terminas con nada y él sigue siendo Todo. Tener únicamente es SER.